Error más común en todos nosotros, como personas y seres humanos conscientes, nuestra propia impaciencia, prisas y estrés diario hacen que nos saltemos algo primordial en todo, que es el tiempo de aprendizaje y espera.
Cuando no se respeta el tiempo de aprendizaje y asociación y se exige más de lo que pueden dar, sucederá todo lo contrario a lo que uno quiere.
Hoy en día damos por hecho que nuestros animales vienen de serie con unas características, educación y costumbres que ya deben saber comportarse a nuestra forma de vida urbana y social, y por eso creemos que podemos enfrentarlo a todas las situaciones cotidianas sin más y que nos hará caso siempre pase lo que pase, pero es ahí donde volvemos a caer en el mismo error, nuestro propio ego es el que hace que creamos que nuestro perro va a venir a nosotros pase lo que pase y cuando no lo hace nos enfadamos mucho.
Quizás vas a tener que pararte un momento y pensar que igual le exigiste mucho más de lo que realmente sabe y vas a tener que pararte a enseñarle.
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